TAMBIEN HAY PA MI CUÑADA

Esta historia me sucedió cuando salimos mi esposa, mi cuñada y su servidor a pasear a la playa del morro, ni mi cuñada ni mi esposa son nada del otro mundo, pero sí lo suficiente como para bajar la mirada de los hombres a su culito y dejarles decir uno que otro piropo, Recuerdo que nos fuimos atrás del arco y nos acostamos en la playa distantes de las miradas mi esposa estaba muy caliente y cuando creíamos que mi cuñada estaba dormida comenzamos a hacer el amor. Le moví la tanga por detrás y comencé a acariciarle el clítoris mientras le daba besos en el cuello y le decía lo mucho que me excitaba que su hermana estuviera ahí y que nos pudiera ver. nada más fue meterle la punta y comenzó a venirse en un casi silencioso orgasmo, justo en ese momento siento que una pierna me roza la mía era mi cuñada. Y solo al sentir que se había dado cuenta fue suficiente para que tuviera un tremendo orgasmo, Después de eso me quedé tranquilo y relajado y no paso nada en la noche en la casa fui al baño y encontré a mi cuñada de espaldas haciendo un inútil esfuerzo por parar ducha que se le había dañado, cuando me arrimé se dio vuelta, estaba usando una camisa blanca que al contacto con el agua dejan ver lo que la persona lleva por debajo. Pueden imaginarse mi reacción al ver ese show improvisado de camisetas mojadas, Pude ver sus pezones totalmente erectos por el frío del agua y por más que quería no podía apartar la vista de ese par de preciosas tetas. Hice un esfuerzo por concentrarme y traje las herramientas para arreglar el desperfecto, me quité la camisa para no mojarla. Una vez arreglado el daño estaba recogiendo las cosas cuando se me arrima por detrás y me da un abrazo, rodeando con sus manos mi cuerpo todavía húmedo, - ¿Te gustó lo que has visto?- me dijo, sólo pude volverme hacia ella y la miré a los ojos, no sé cómo explicarlo pero simplemente me dejé llevar por mis deseos, la besé, la besé y me acarició por encima del pantalón y esa fue la autorización que necesitaba para comenzar a llevar la iniciativa, subí mis manos y las introduje por debajo de la camiseta y pude acariciar esos pezones desafiantes, agudos, ricos. No aguanté más y me salió lo salvaje, le arranqué literalmente la camiseta y le comencé a comer los pezones, ella me lo agradecía con un pequeño gemido, mis dedos comenzaban a deslizarse por su entrepierna que a esa altura ya estaba bien mojada de ese néctar que te embriaga y te envicia a probar más y más. ella se abrió bien de piernas y sin pensarlo mucho tomé mi verga, que estaba a mil, y de un empujón le dejé ir adentro pegó un pequeño grito, que tuvo que tapar porque mi esposa osea su hermana estaba en el cuarto, recogió un poco sus piernas y arqueó la espalda, cuando me percaté de que me estaba clavando las uñas, pero no me importó. Comenzamos un mete y saca sabroso, Cuando sentí que aceleró su ritmo y que me apretaba cada vez más supe que estaba pronto a venirse. Se vino omo loca y me dijo desde la tarde que los vi en la playa quede excitada, y seguidamente se colocó encima y comenzó a cabalgarme como toda una amazona, estaba como loco y me quería venir, como sabia que ella no planificaba cuando estaba a punto me salí, ella comprendió y me comenzó a mamar la verga y cuando cerré los ojos para llegar, no sé porque pero se sacó mi pene de su boca y continuó masturbándome, solté tres chorros de leche que le salpicaron en la mano y el pecho.