POR SER SANTURON

Mi novio es una persona increíble, amable, caballero y muy romántico, pero tiene un defecto, es sumamente aburrido en la cama, me tiene tanto respeto que no hace nada fuera de lugar. Mis deseos de experimentar sexo me llevaron a entablar una relación especial con mi amigo, este se llama Tomás, un lunes de carnaval en febrero, eran las cuatro de la tarde cuando llegue hasta su casa y entre conversaciones le conté de mi problema con mi novio en cuanto al sexo, y creo que literalmente se volvió loco, y Después de unos minutos me tenia totalmente desnuda, deslumbrada por sus encantos, con su legua recorría todo mi cuerpo, la sentía en cada rincón, en mis pechos, mi vagina, la cual besaba de una manera que nunca antes me lo habían hecho, sentía su lengua en mi espalda y bajaba por mis glúteos hasta mi ano y seguía nuevamente con mi vagina acompañado por sus dedos. En ese fue el momento de mi primer orgasmo, le quité el jean y allí apareció su pene hermoso, y lo chupe hasta sus huevos, era hermoso chuparlo, escuchaba sus gemidos de placer, él con su voz llena de excitación me pidió que fuera la más puta de todas las putas, sus palabras y el alcohol produjeron en mi cuerpo una reacción increíble, llevé mi mano a mi boca y llenándola de saliva la llevé a mi vagina e introduje mis dedos y con mi voz llena de placer le dije que me cogiera, El apoyó su verga en mi concha, entraba toda y su pelvis chocaba en mi clítoris, era la primera vez que sentía una verga que entrara toda en mi conchita sin sentir dolor, estaba extasiada de placer, un placer nunca antes experimentado, me encanta que seas mi putita, me encanta cogerte, me encanta tu conchita, esas palabras que salían de su boca retumbaban en mi cabeza y me llenaban de placer, después de un rato de mete y saca quise chuparle esa hermosa verga así que hicimos un 69 impresionante, su verga en mi boca y su lengua escarbando mi conchita, mi placer aumentó cuando comenzó a lamerme mi culo, sentía sus dedos en mi conchita y su lengua dilatando mi ano, luego sentí sus dedos en mi culo y mi conchita, su lengua en mi clítoris dándole pequeños golpecitos que me volvía loca, yo con su verga en mi boca no podía gemir eran gritos mudos de placer, al rato escuché, date vuelta, quiero ver tu culo, me quedé de espaldas a él y fue entrando lentamente, cogeme fuerte, le dije casi gritando, empezó lento y luego sus embestidas eran cada vez más fuertes y violentas, sentía sus manos estirando mis glúteos, me imaginaba mi ano totalmente dilatado, yo no paraba de gritar de placer, y tuve un orgasmo increíble, estaba exhausta de placer, Tomás no paraba de comerme, mi ano estaba tan dilatado que sentía que sus huevos podían entrar en él, comencé a gritarle que deseaba que acabara en mi boca, me di vueltas e introduje su verga en mi boca y la chupé hasta que sentí sus chorros de semen golpear en mi garganta, trágatelo todo mi putita hermosa dijo, y sin dudarlo no dejé ni una gota en su verga.