MAS VALE MALO CONOCIDO

Mi novio tres años mayor que yo, bastante tierno y cariñoso, además de buen amante, con él me inicié en el sexo y la verdad es que disfruté mucho, tanto que empecé a preguntarme si acaso había otras experiencias y otros placeres más allá del sexo oral, anal, de las diversas posiciones y de las lamidas por las partes más recónditas e inimaginables del cuerpo. Mi relación con Fernando, se había congelado algo y creo que estaba un tanto monótona. El destino siempre juega su parte y en éste caso hicieron que conocíera a Carlos, un hombre de 32 años, cercano a cumplir 33, me atrajo particularmente su forma de ser, sensible, amable y cortés. La relación con Carlos era al principio estrictamente laboral, pero mis deseos de ir a la cama con Carlos iban en aumento, me preguntaba ¿cómo sería, qué tan larga y gruesa la tendría, qué sabor y que olor? ¿Sería un experto culeando? ¿Me podría sacar orgasmos múltiples?, un dia a la salida del trabajo me dijo ¿podemos ir a un lugar dónde estemos solos? ¡Claro! contesté, así que enrumbamos a los Delfines un motel que queda en el morro, Cuando entramos mi corazón empezó a latir más fuerte y hasta estaba mojada de la pura emoción, de pronto empezaron los besos y los abrazos, me aferré fuerte a su cuerpo y sentí su corazón también acelerado, me besó el cuello con detenimiento y dulzura, luego quedé completamente desnuda, comenzó a mordisquear levemente mis pezones erectos al tiempo que los repasaba con la lengua y acariciaba la base de mis pechos con sus manos. Luego paseó suavemente con su cara mi vello púbico. El al verme tan excitada se desnudo de una, Pensé en meterle una mamada, pero tenía que aparentar ser una chica casi inocente así que me refrené y me tendí en la cama y él encima de mí, de pronto sentí su miembro erecto acercándose a mi cueva y de pronto comenzó la introducción, que placer, que ansiedad por estar clavada, por probar el fruto prohibido de encamarme con otro hombre, yo estallaba del gusto, me besaba en la boca y lamía mis senos al tiempo que yo lo abrazaba por las nalgas y sentía su fuerza dentro de mí, súbitamente Carlos empezó a jadear más aprisa y empecé a sentir las palpitaciones de su verga dentro de mí, el semen inundó mis entrañas, dos arremetidas más y culminó nuestro primer coito, a pesar de que fue más rápido de lo que esperaba Carlos reposaba a mi lado extenuado, Yo me puse de costado para disimular un poco y me masturbe pues no había llegado al clímax, así que dejé al descubierto mi enorme culo, las manos de Carlos se empezaron a deslizar y noté una gran erección, yo para ayudar empecé a contonear suavemente mi culo, Carlos estaba paseando su verga por la raja de mi culo, como estaba excitada me la metió sin problema por el culo y cuando estuve a un paso del orgasmo en menos de 3 minutos sentí como me lleno el culo de esperma que me chorreó entre las nalgas, me desanime pero fingí haber terminado también para que Carlos no se sintiera mal. nos vestimos y a casa. A pesar que no goce como esperaba me sentía una completa perra porque era capaz de acostarme con quien yo quería. Me fui a buscar al cornudo de mi novio para que me bajara la calentura y de buenas estaba solo en su casa. Me propuso hacer el amor y yo me hice rogar del ingenuo pero acepte, luego me desnudo y comenzó a besar con locura mis pechos, se bajo y comenzó a chuparme la concha sin darse cuenta que ya otro me la había llenado de semen, de un momento a otro me clavó, sentí su glande estrellarse contra el cuello de mi útero, estaba tan llena de su carne, me empecé a contonear con fuerza y Fernando hacía lo mismo, hicimos de todas las posiciones habidas y por haber después de una hora culiando Fernando estalló cual volcán y me llenó con varios centímetros cúbicos de semen caliente y espeso, yo para ese entonces ya había alcanzado tres orgasmos. Hoy Fernando sigue siendo mi pareja y aunque aún no le he contado mi traición yo me siento segura de amarlo y de no querer deslices nunca más.